viernes, 26 de marzo de 2010

A propósito de los ataques contra Benedicto XVI

No podemos negar que en las últimas semanas, los casos de pedofília perpretados por la Iglesia Católica se han hecho más evidentes que lo normal. Y es que esto sucede no porque hayan millones de casos similares, sino que una vez más la prensa se hace presente de manera sensacionalista. Negar los casos perpretados por estos sacerdotes sería un disparate y faltar a la verdad. Yo como católico me siento indignado y a la vez entristecido por los casos vislumbrados en las últimas semanas, casos que jamás debieron pasar por la Iglesia fundada por el mismo Jesucristo. Pero lamentablemente, y una vez más, la fragilidad del hombre por su pecado tiene un eco que llega hasta los lugares más reconditos del mundo.
Como nuevo participante de la comunidad bloguera y siguiendo las bases pronunciadas en mi presentación, es mi deber hacer unas respectivas aclaraciones:
Desde hace dos semanas, los presuntos conocimientos del cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, con respecto a los abusos sexuales perpretados por un sacerdote catalogado como "H" en Munich, hace veinte años, resultan falsos. Pues el entonces vicario de la archidiócesis bávara, Gerhard Gruber, asumió, la total responsabilidad de reintegrar a tal sacerdote a la actividad pastoral. Ello nos lleva a decir que la responsabilidad plena de tal caso de negligencia viene de parte del vicario Gruber. Pero como es de esperarse, la prensa, muchas veces, no toma importancia a la investigación por lo que llega a afirmaciones sin demostración, sin fundamento.

Uno de los diarios más populares y prestigiosos de Estados Unidos, The New York Times, publicó el día de ayer, jueves 25 de marzo, un informe con un posible caso de complicidad del aquel entonces cardenal Ratzinger y también, ahora secretario de Estado, Tarcisio Bertone, de encubrir a otro pederasta en los años 80's. Tal caso, refiere a que para el año de 1996, tanto Ratzinger como Bertone habrían ocultado el caso de otro cura pedófilo llamado Lawrence Murphy, a la Congregación para la Doctrina de la Fe por la archidiócesis de Milwaukee.

Ahora bien, los hechos son distintos. Pues para el año de 1975, el sacerdote Murphy fue acusado de cometer abusos en un colegio dirigido para menores sordos. El caso fue denunciado a las autoridades civiles pero no se encontraron pruebas. Pero la Iglesia, siguió las investigaciones y por prevención separó del cargo al sacerdote Murphy y tal caso fue archivado. Para los años de 1995, ante el contexto de algunas acusaciones de sacerdotes pedófilos, el caso volvió a salir a la luz; pero no llegó a haber nuevas acusaciones a lo largo de los 20 años transcurridos. Al final la acusación principal radicó en que hubo una violación a la disciplina de la confesión. Murphy falleció poco tiempo después de vislumbrado nuevamente el caso.
Para poder entender tales situaciones tenemos que tomar en cuenta la "casualidad" con que salen tantos casos en tan poco tiempo. No es raro que ante el escándalo suscitado en Irlanda por problemas de pederastia, los medios de comunicación busquen la manera de sensacionalizar los casos sin una honesta búsqueda de la verdad. No es la primera vez, ni será la última. Y es que tenemos que tomar en cuenta que cuando se habla de la Iglesia Católica, los medios de comunicación se ensañan atacándola aprovechando los clásicos tópicos con que se atacan a la Iglesia, y esto lo podemos ver en la prensa, en la literatura, en el cine; siguiendo siempre la línea de que la Iglesia en una jerarquía absolutista, de que la Iglesia en la secta más grande del mundo, que la Iglesia promueve el oscurantismo y que la Iglesia es una de las instituciones más "poderosas" del mundo y sigue legitimizando su poder. Pero pues la prensa amarillista, que se filtra inclusive en aquellos diarios de "prestigio" no se toman la molestia de buscar la verdad. Una persona con criterio se podría preguntar: ¿por qué estos diarios tan prestigiosos no publican las buenas obras de la Iglesia? ¿por qué no se dignan en publicar los trabajos misioneros que se hacen en las distintas partes del mundo? ¿acaso en la Iglesia todo es malo?
Con todo ello, no quiero excusar las malas actuaciones de estos curas que por culpa de ellos la Iglesia termina siendo manchada e insultada moralmente. Sino más bien, tener un sentido crítico de todo lo que está pasando y velar siempre por llegar a una verdad objetiva.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Ataque a cristianos

Las noticias que han generado controversia en la Iglesia y en la sociedad en este último fin de semana es el atentado a 500 cristianos en Nigeria, en el estado de Plateau, perpetrado este último por tribus de origen musulmán. Las razones de tal atentado no son ni políticas ni religiosas, sino sociales. Pero como la prensa en estos casos no va acorde al sentido crítico, lo más fácil a comunicar es que la lucha ha sido totalmente religiosa.
Lo que informó el monseñor John Olorunfemi Onaiyekan, Arzobispo de Abuja, en declaraciones a Radio Vaticano, es que se trata no de una lucha religiosa, sino de un “clásico conflicto entre pastores y agricultores, solamente que los Fulani son musulmanes y los Berom cristianos”. Evidentemente estos hechos generan escándalo en cuanto al manejo del gobierno por parte de las autoridades, si bien es cierto esto no es nuevo, el papel del presidente nigeriano, Umaru Yar’Adua, deja mucho que desear.
Algunos miembros del consejo de cristianos afirman que varias tropas militares musulmanas ya sabían sobre el sitiado perpetrado por las tribus musulmanas pero que no intervinieron en su momento.

Como afirmó el Santo Padre en su audiencia general del día de hoy: “la violencia no resuelve los conflictos, al contrario, acrecienta sus trágicas consecuencias”.

jueves, 4 de marzo de 2010

Nuestra Realidad: Un Mundo en Crisis

Puede resultar un tema de análisis muy común; cuántas personas no se han preguntado por cómo se encuentra nuestra realidad, cuántos pensadores han querido sentar bases para un mejor entendimiento de la misma; pero cuántos más son aquellos los que solo han escrito y no han tenido un protagonismo en la sociedad y, al verlo como está, no se han atrevido a actuar por un cambio. La vida está llena de situaciones y hechos, no somos ajenos a ella, quién diga que no, simplemente no viven en este mundo y no tienen sentido de la realidad, de su realidad. Muchos cuestionan esta realidad, se atreven a decir que es solo apariencia, que es solo un conjunto de fenómenos incomprensibles a la razón humana, que es solo una aproximación subjetiva de las cosas o, y los más radicales, que la realidad no existe. Esto último es un error y debe llevarnos a una mejor interpretación de la cuestión.
Cuando hablamos de la realidad hablamos de nuestra propia existencia, de nuestro quehacer como seres humanos en el día a día, esto último seguido de nuestras angustias, de nuestras incomprensiones y contradicciones, de nuestros dilemas y también sufrimientos; pero no solo es eso, también de nuestras alegrías, nuestros logros, nuestros triunfos, nuestras comprensiones, nuestras satisfacciones, en suma, de nuestra felicidad. Pero no hay que ser ingenuos, esto es solo un matiz de la vida; la vida es más compleja para poder entenderla del todo. Nuestra vida, es decir nuestra existencia, se vive en un mundo cada día más complejo y muchas veces más agresivo; son muchos los que viven esta agresividad de la vida en el día a día, y se conforman con vivir así, sin ningún tipo de aspiraciones, y si los tienen, muchas veces impedidos a ejecutarlo por falta de recursos; pero hay, y son la minoría, los que realmente se cuestionan por el sentido mismo de su existencia, aunque, muchas veces, no llegan a responder a tal cuestionamiento.
Ahora bien, el mundo ha ido sufriendo cambios abismales en los últimos años, precisamente en los últimos 50 años: avance tecnológico, mundo digital, Internet, redes sociales, etc.; pero los cambios no solo han ido dándose en el campo de la ciencia, sino también en las leyes, en la política, en la economía, en los humanismos como: antropología, historia, arqueología, psicología y, sobre todo, en las propuestas filosóficas. A partir de ello nos sugiere una pregunta: estos cambios ¿le han hecho un bien al hombre? ¿El progreso que tanto anhelaban los pensadores del siglo XIX y principios del XX se ha logrado?, ¿hemos podido acabar con el hambre, la pobreza, las guerras, la corrupción, el terrorismo, el narcotráfico, la discriminación y, la más temida de todas, la muerte? Los postmodernistas nos dirán que no, es más, dirán que es imposible y que la modernidad fue una utopía, en donde la razón humana no fue capaz de acabar con todas esas lacras que tanto mal hacen al hombre; los existencialistas dirán que el hombre es una nada, que el hombre es el Dasein, tal como lo mencionaba Heidegger, es decir, el hombre esta arrojado al mundo y está buscando existir para ser.
Estas interpretaciones no han podido dar respuesta a las inquietudes del hombre, pues conforme pasa el tiempo el hombre se siente cada vez más desorientado, tanto así que vive en un estado de conformismo trágico; en otras palabras, ya no cree en la posibilidad de sobresalir, de triunfar, en su realización personal, en su felicidad, sino más bien resignado a su desgracia, a su fatalidad. El hombre vive el día a día y ya no llega a preguntarse por el sentido de su vida, al final acepta todo por añadidura. Los parámetros de hoy en día te hacen vivir la vida a un ritmo acelerado (el propio trabajo, el estudio, las mismas responsabilidades personales) y son pocos los tiempos en donde uno se da un espacio para meditar sobre su vida; uno se vive innubilado por las ofertas del momento: el éxito; el éxito profesional, el éxito empresarial, el éxito económico, el éxito político, pero reflexionando un poco ¿qué significa el éxito? ¿a qué lleva este éxito? ello esta ligado con el "triunfar" en la vida, pero ¿qué significa triunfar?. Son palabras que tienden a llevarnos a un progreso, pero a la vez cargada de mucha ambigüedad. Estas palabras hoy en día están ligadas al solo éxito económico, al triunfo económico, en otras palabras al confort; pero las personas que no tienen ese "éxito" económico, ese "éxito" en lo profesional, ese "éxito" en lo empresarial, ese "éxito" en lo político ¿no pueden llegar a triunfar? Por lo tanto, ¿qué es el triunfo? ¿Acaso no es triunfo de alcanzar la felicidad? ¿El hombre no está llamado a ser feliz? ¿Es posible ser feliz? Son preguntas totalmente válidas y fundamentales que hoy en día en grandes sectores de la cultura ha perdido vigencia, incluso hasta son inválidas; y esto se da porque el hombre ha caído en la desconfianza, ya no cree que la felicidad es posible, y si existe, será lo que tú crees, lo que tú creas que es felicidad, en consecuencia, aparece el relativismo.
El mundo está en crisis y, queramos o no, es la verdad. Y no es por tener una visión negativa del mundo y en consecuencia del hombre, sino que la ilusión de progreso nos ha tapado los ojos para ver la totalidad de la realidad, nos ha ocupado el tiempo en pensar en nosotros mismos que no tenemos la capacidad en ver lo que pasa afuera. Ello no quiere decir que dejemos de ocuparnos de nosotros mismos, sino más bien entender que gran parte de los problemas del mundo se deben a los problemas del propio hombre, es decir, a nuestro propio problema.
Quiero terminar este apartado aclarando una verdad: el hombre es un ser trascendente, llamado a la trascendencia, no se puede quedar en la materialidad de la vida, en la coseidad. El hombre al ser bio-psico-espiritualidad no se puede quedar en un horizontalismo, necesariamente tiene que trascender y responder a cuestionamientos fundamentales: ¿quién soy? ¿A donde voy?
Este es la primera parte de una serie de apartados en donde buscaré dar a conocer y explicar los principales problemas del hombre para llegar a una solución, no hacerlo sería repetir los millones de blogs que solo informan pero no dan soluciones, ello sería ir en contra de los objetivos de este blog.
Acá les dejo un video que quizá resume todo lo que he venido diciendo. Este video se presentó en un congreso católico en Lima, Perú. Véanlo y saquen sus conclusiones.



miércoles, 3 de marzo de 2010

Condolencias a nuestros hermanos chilenos

CAOS EN CHILE!!!, DESASTRE EN NUESTRO PAÍS!!!, SAQUEO EN CONCEPCIÓN!!!, 789 MUERTOS!!! Estos son algunas de las portadas que uno puede ver en los diferentes diarios chilenos. Muchas veces la prensa, encargada de brindar la información a toda la población, se enfrasca en un propagandismo y sensacionalismo para llamar la atención y ver cuál diario está mejor informado. Esto no es nuevo, pues lo mismo pasó con Haití. En el diario El País de España, en la edición web, podemos ver la columna de Ramón Lobo titulada "Cuadernos de Haití" en donde cuenta el "día a día" de la isla tras el terremoto sucedido en enero. La pregunta es: ¿hasta cuándo vamos a quedarnos en las desgracias y en la tristeza de la gente? Es cierto, y no hay que negarlo, que Haití se encuentra en una crisis total, desde social, económico, político y tecnológico; pero la crítica pasa no por la información en sí misma, sino más bien hacia donde va. Es evidente que Haití como Chile están sumidos en un caos, pero no todo es muerte, tristeza, destrucción. Algunas preguntas aparecen: ¿está sucediendo algo bueno en torno a estos desastres ocurridos? ¿esta pasando algo bueno en Haití en las últimas semanas con relación al terremoto? ¿o es que todo es tristeza y dolor? Lo mismo podriamos preguntarnos para nuestros hermanos chilenos: ¿todo es saqueo, vandalismo y crisis social? Quizá sin ninguna reflexión nuestra respuesta sería positiva, pero hay que preguntarnos también: ¿acaso los pobladores no se ayudan entre ellos? ¿acaso no vemos a los mismos pobladores ayudando a rescatar a las personas bajo los escombros? ¿acaso no hay personas que ayudan a otras personas que prácticamente se han quedado en la calle y sin hogar? Evidentemente si, pero lastimosamente eso no vende en la prensa. Ni qué decir de la prensa amarilla que busca el sancionalismo a todo nivel.

Hay algo importante que aclarar. A cualquiera le puede parecer lógico cómo la reacción de la gente, ante tanta desesperación por el hambre y también la falta de articulos de primera necesidad, se tiene que llegar extremo del saqueo y el vandalismo (manifestado esto último con el incendio de centros comerciales) y por lo tanto completamente justificable. Ello merece una negativa contundente. La desesperación, la desolación y la tristeza no debe sucumbir a atentados de más envergadura; pues en vez de levantarse y sobrellevar lo ocurrido, se abandona a una degradación moral. Pues en tiempos de crisis es mejor la ayuda mutua que al egoísmo perpetrado por muchas personas que aprovechan la situación para hacer de las suyas. ¿Para qué robar un televisor plasma y una lavadora? En una situación como esa es completamente ilógico.


En la edición digital del diario La Nación de Chile, el historiador marxista Gabriel Salazar plantea el problema de la siguiente manera: “los saqueos ocurren no sólo después de los terremotos, sino que han sido una constante desde el siglo XIX también en desordenes políticos, guerras civiles, e incluso movimientos huelguísticos. En la misma revolución pingüina apareció el vandalismo, que está muy latente. Se trata de una violencia social que ningún régimen ha logrado aplacar, ni Pinochet durante las protestas". Esto aparenta una verdad, pero hay que recordar que en el terremoto del 60 con un grado casi de 9.5 en la escala de Richter, no se presenció el vandalismo que se ve ahora, en otras palabras no hubo. ¿Cuál es el posible problema ahora? Una posible respuesta es la falta de educación y una buena formación moral.

Por lo tanto, creo que con este problema, no es justificable por ningún motivo los actos vandálicos que se ven por los noticieros y diarios, y creo que el papel de los diarios terminan siendo cómplices de esta degradación, en vez de dar propuestas y soluciones concretas.

Quiero terminar expresando mis más sentidas condolencias a nuestros hermanos chilenos por tal terrible desgracia y que se puedan levantar rápidamente de la desolación. Ahora toca confiar y tener esperanza.

martes, 2 de marzo de 2010

Conociéndonos

Este blog tiene como finalidad el análisis crítico de lo que sucede a nuestro alrededor, es decir, la realidad. También tiene como fin hacer un recorrido intelectual por varios temas importantes de nuestra actualidad: religión, economía, política, filosofía, literatura y, porqué no, arte. Creo que la condición de estudiante de historia, no debe quedar limitada por un marco temático específico, ni mucho menos por un carácter estrictamente académico, sino brindar a los lectores una opinión basada en la reflexión sensata y siempre acorde con una búsqueda objetiva de los hechos.
La reflexión, análisis subjetivo de algo o alguien, no debe llevarnos al subjetivismo ni al relativismo. Más bien, con la crítica y la observación, podemos llegar a la verdad. El estudio de la historia no debe llevarnos a un mero historicismo, es decir a solo describir exhaustivamente los hechos como cual erudito positivista del siglo XIX, sino que más bien, al tener una visión global de la realidad, debe de ser capaz de hacer sentir su opinión y atreverse a confrontar los cambios que se dan en el mundo a una velocidad increíble y que muchas veces aturden a las personas y trastocan los valores. El mundo moderno, si es que aún se le puede llamar así, ha traído cambios tan bruscos en la sociedad que muchos de ellos no lo han llevado a un "progreso" como se pensaba y han hecho del hombre actual un ser desorientado y sin capacidad de encontrarse consigo mismo.
Por eso, hay que tomar en cuenta que un historiador, o un estudiante de historia (como en mi caso), es una persona, y como persona vive en una realidad determinada, en un contexto determinado. Me ha tocado vivir en un mundo complejo, mucho más complejo que los siglos anteriores por la velocidad de los cambios, por ello es necesario opinar con respecto a los cambios y dar alternativas para poder entender el mundo. Pero hay que aclarar que la persona no es una cosa ni esta determinado por su contexto, si fuese así el hombre no sería libre. El hombre más bien es un ser bio-psico-espiritual, llamado a la libertad y a la realización personal llamada felicidad. Si esto no fuera así la vida misma no tendría sentido. El hombre es por naturaleza un ser trascendente y no está determinado por la materialidad de las cosas. El hombre aspira a ser más y también aspira a su realización, pues el hombre no es solo materia ni tampoco psique; sino también es espíritu. Esto último es lo que lo diferencia de todo ser viviente, pues es un ser pensante que busca su felicidad; pero claro, hay que advertir que este valor ha sido totalmente trastocado y ha llevado al hombre a una alienación de su ser, consecuencia de ello: la irracionalidad.
Con todo ello, y por las razones expuestas, presento este blog como un lugar de opinión, discusión y también de discernimiento, para una mejor reflexión sobre la realidad y ello llevarnos a un recto y coherente actuar.